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Arquitectura del asesinato de Luis Carlos Galan
Una dura discusión de la mafia fue la antesala del asesinato de Luis Carlos Galán
Alias 'Popeye', el sicario que acusó a Alberto Santofimio, cuenta cómo los 'narcos' tuvieron aprietos para buscar un arma clave para el crimen.
John Jairo Velásquez reveló que Pablo Escobar tuvo varios encontrones con otros narcotraficantes del grupo de Los Extraditables en torno a la decisión de asesinar al líder del Nuevo Liberalismo.
Luis Carlos Galán y los pormenores de la búsqueda de las armas para el atentado hacen parte del testimonio, detenido el jueves como presunto determinador intelectual del magnicidio.
La explosiva declaración revelada ayer y que tiene bajo custodia de la Fiscalía al ex senador Santofimio Botero, fue entregada a los investigadores por Velásquez, considerado también como el secretario personal del jefe del cartel de Medellín.
En ella, 'Popeye' relata cómo Santofimio le dice a Escobar: “Pablo, mátalo. Si (Galán) es presidente te extradita”.
El sicario, que purga una condena de 20 años por ese asesinato, dijo que prefirió declarar ante la Fiscalía antes de la publicación de su libro Sangre, Traición y Muerte, escrito por la periodista Astrid Legarda, para que sus palabras tengan efectos legales sobre Santofimio. Precisamente, ayer el ex senador rindió indagatoria.
La cita del Paraíso
Uno de los capítulos por contar de su minucioso relato es el de la reunión en la hacienda La Fantasía, en el Magdalena Medio, a la que asistieron unos 20 miembros de Los Extraditables, entre ellos, Gonzalo Rodríguez Gacha, ‘El mexicano’. Allí Escobar les contó, tras reunirse con Santofimio, que había decidido asesinar a Galán, dice ‘Popeye’.
Todos se mostraron preocupados. ‘El mexicano’ dijo que el remedio podía ser más grave que la enfermedad. Escobar les dijo que ya había intentado asesinarlo en Medellín y que había fracasado.
La imagen de unos delincuentes como ‘El mexicano’, Kiko Moncada y Albeiro Areiza (‘El Campeón’) oponiéndose con temor al atentado parece no cuadrar con su personalidad, pero eso es lo que ‘Popeye’ presenció en la cita.
Escobar dijo que si Galán ganaba la Presidencia no podrían tumbar la extradición y que necesitaban una clase política amedrentada. “Compadre– le dijo el capo a ‘El mexicano’– es Galán o nosotros”.
El hecho revivió los reproches que le manifestaron a Escobar varios miembros de la mafia cuando decidió asesinar al ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla sin consultarlos.
Ante la resistencia de sus colegas, el capo les dijo que si no lo apoyaban el iba a matar a Galán solo, “pase lo que pase”.
Unos minutos después todos acordaron cometer el crimen.
Tras una mini Atlanta
Luego que se decide ejecutar el atentado, Jaime Eduardo Rueda, el asesino a sueldo contratado para hacerlo, pidió, además de un pago de 200 millones de pesos, la participación en un embarque de cocaína y viáticos, la entrega de una ametralladora mini Atlanta 380.
Escobar le preguntó al capo Henry Pérez si tenía una y le respondió que no. Repitió la consulta entre los hombres que manejaban sus caletas, pero tampoco encontró solución.
Entonces, ‘El mexicano’ dijo que eso no era problema, pues tenía un hombre en el DAS que era incondicional. ‘Popeye’ asegura que el narcontraficante no reveló su nombre. Sin embargo, 20 minutos después, ‘El mexicano’ llevó la noticia de que su hombre tampoco podía obtener esa arma.
Finalmente, ‘Popeye’ fue el encargado de conseguir la ametralladora y la obtuvo en el mercado negro de Medellín.
Fue como un logro, al punto que Escobar lo felicitó: “Ahora solo nos toca esperar, estamos en manos del ‘mexicano”.
La escurridiza arma finalmente fue clave para los asesinos que le pusieron fin a una de las más arrasadoras figuras políticas del país la noche del 18 de agosto de 1989.
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